Estaba compuesto por un conjunto de dibujos y jeroglifos que, colocado en forma de rollo de papiro en el interior de un sarcófago, deberían indicar al difunto un camino de salida para el alma, reservado para los altos dignatarios del antiguo Egipto.
Se atribuía este texto al dios Thot, más tarde conocido como Hermes Trismegisto, a quien se debe el término "hermético". En el antiguo Egipto, Thot era un dios instructor polivalente, ya que dio a los hombres el conocimiento de los números y la astronomía, la música y la poesía. Pero también era el Conductor de las Almas en el Más Allá.
¡Te saludo, Osiris, Toro de Amenti! ¡Oh rey de la eternidad! Yo soy Dios Grande que acompaña en su ruta la barca celeste. Yo he combatido en tu nombre. Ahora llego para dirigir a tu lado el combate, ¡oh Osiris!....
¡Oh vosotros espíritus divinos que abrís la senda y apartais los obstáculos, franquead a mi alma el sendero hacia la morada de Osiris....
“Yo estoy en el ayer y conozco el mañana, dueño soy de renacer una segunda vez si quiero realizarlo”.
¡Oh vosotros espíritus divinos que abrís la senda y apartais los obstáculos, franquead a mi alma el sendero hacia la morada de Osiris....
“Yo estoy en el ayer y conozco el mañana, dueño soy de renacer una segunda vez si quiero realizarlo”.
El intrincado viaje iniciático de ultratumba tenía como colofón la prueba del peso del alma. O, mejor dicho, del corazón, ya que era este órgano (simbólico) el que era pesado ante Osiris y 42 jueces divinos. En una balanza, debía equilibrarse con el peso de una pluma (Ma’at), símbolo de la justicia y la verdad. Según a qué lado cayese la balanza, el alma del difunto era recompensada con la vida eterna, al lado de los dioses, o era entregado a un monstruo llamado Ammit.
Se conocen tres versiones de este texto:
- La versión heliopolitana, redactada por los sacerdotes de Heliópolis para los faraones, se encuentra en algunos sarcófagos, estelas, papiros y tumbas de las dinastías XI, XII y XIII, aunque la esencia proviene de escritos primitivos. Netamente solar, promueve la teología del dios Ra.
- La versión tebana, escrita en jeroglíficos (y luego en hierático) sobre papiros, esta dividida en capítulos sin un orden determinado, aunque la gran mayoría tienen un título y una viñeta. Usada durante las dinastías XVII, XVIII, XIX, XX y XXI ya no solo por los faraones sino también por ciudadanos particulares.
- La versión saita dio lugar a su máxima expresión en la Dinastía XXVI de Egipto, en donde se fijaron el orden de los capítulos, que van a permanecer invariables hasta el final del período Ptolemáico.
edición online en inglés
Programa de radio Polvo eres (5 min.)