Mitra: dios de la amistad, los pactos y el orden |
Más tarde convivió con el cristianismo hasta el siglo IV, pero, cuando el cristianismo se convirtió, gracias a Constantino y después a Tertuliano, en religión de estado, el Mitraísmo recibió especialmente las iras de los cristianos, que veían en esta religión a un duro competidor. Tuvo un breve renacimiento con Juliano el Apóstata.
Las ceremonias se realizaba en templos subterráneos, seguramente porque en su origen se oficiaban en grutas, y los adeptos o mystas, que podían ser por igual hombres libres o esclavos, debían pasar por 7 grados de iniciación, que representaban las 7 esferas celestes que el alma debía atravesar para conseguir la liberación. Cada grado tenía un símbolo y un planeta protector. A partir del tercero, cuando se grababa una imagen en la frente con un hierro al rojo vivo y ya era parte de la sagrada milicia, podían participar en los Misterios, de los que nada se sabe a causa de la amenaza que pendía sobre quien revelase algo de ellos. Al llegar al séptimo, se ponían el gorro frigio, tal como el que portaba Mitra, y recibía el título de pater.
Un vídeo con mi visita al Mitreo de Londres (2 min)