septiembre 14, 2013

Las mil y una noches


Khaloodies

Las mil y una noches (en árabe, ألف ليلة وليلة Alf layla wa-layla) es una célebre recopilación en árabe de cuentos del Oriente Medio medieval que utiliza la técnica del relato enmarcado. El núcleo de estas historias está formado por un antiguo libro persa llamado Hazâr afsâna («mil leyendas»). El compilador y traductor de estas historias al árabe es, supuestamente, el cuentista Abu abd-Allah Muhammed el-Gahshigar, que vivió en el siglo IX. La historia principal sobre Scheherezade, que sirve de marco a los demás relatos, parece haber sido agregada en el siglo XIV.

Causó gran impacto en Occidente en el siglo XIX, una época en que las metrópolis impulsaban las expediciones e investigaciones geográficas y de culturas exóticas. Aunque Las mil y una noches se tradujeron por primera vez en 1704, esa primera versión al francés, de Antoine Galland, era una adaptación, un texto expurgado de los adulterios y hechos de sangre que abundan en el libro. Una de las traducciones que alcanzó popularidad fue la de Richard Francis Burton, diplomático, militar, explorador y erudito de la cultura africana.

Compuesto por tres grupos de relatos, el libro describe de forma fantástica y algo distorsionada la India, Persia, Siria, China y Egipto. Hacia el año 899, los relatos, transmitidos oralmente, habían sido agrupados en ciclos. Se cree que muchas de las historias fueron recogidas originariamente de la tradición de Persia (hoy en día Irán), así como de Irak, Afganistán, Tajikistán, y Uzbekistán, y compiladas más adelante, incluyendo historias de otros autores.

Son relatos que surgen uno del otro, es decir, al contarse uno de repente surge otro y ese otro crea otro cuento hasta que termina el primero, como cajas encerradas en otras cajas. En el primero, se cuenta que un rey deja, al morir, su reino a su hijo, el rey Schariar. Schariar, que quiere mucho a su hermano Schazamán, le da el reino de Tartaria. Así, Schazamán planea ir a visitar a su hermano, pero descubre que su esposa se encuentra engañándolo así que le corta la cabeza a los culpables. Ya con Schariar, éste se sorprende de lo triste y taciturno que Schazamán se encuentra, por lo que va de caza solo. En el palacio, Schazamán descubre que la esposa de Schariar, la sultana, engaña al rey con Masud, un esclavo negro. Eso hace sentir feliz al rey de Tartaria, ya que su hermano, siendo más poderoso, no pudo evitar ser engañado por la sultana, y entonces, ahora muy feliz, se lo cuenta a su hermano.


Schariar, en un acceso de furia, convence a su hermano de huir, bajo la promesa de que si encuentran a alguien más desgraciado que ellos, volverían. Schazamán acepta y huyen, pero en el camino, se encuentran con un genio que es engañado por una mujer que secuestró. La mujer huye y Schazamán le dice a su hermano que si el poderoso genio no pudo evitar el engaño, nadie puede, por lo que deciden regresar. Schariar vuelve, encierra a la sultana y la decapita delante del visir, luego con su propia mano, decapita a todas las mujeres de la corte. Y ahí, creyendo que todas las mujeres son igual de infieles ordena a su visir conseguirle una esposa cada día, alguna hija de sus cortesanos, y después ordenaría matarla en la mañana. Este horrible designio es quebrado por Sherezada, hija del visir. Ella trama un plan y lo lleva a cabo: se ofrece como esposa del sultán y la primera noche logra sorprender al rey contándole un cuento. El sultán se entusiasma con el cuento, pero la muchacha interrumpe el relato antes del alba y promete el final para la noche siguiente. Así, durante mil noches. Al final, ella da a luz a dos hijos y después de mil noches y una, el sultán conmuta la pena y viven felices (con lo que se cierra la primera historia, la de la propia Sherezada).

Las historias son muy diferentes, incluyen cuentos, historias de amor o tanto trágicas como cómicas, poemas, parodias y leyendas religiosas musulmanas. Algunas de las historias más famosas de Sherezade circulan en la cultura occidental traducidas como Aladino y la lámpara maravillosa, Simbad el marino y Alí Babá y los cuarenta ladrones; sin embargo, Aladino y Alí Babá fueron añadidos a la compilación en el siglo XVIII por Antoine Galland, quien las escuchó de forma oral de un cuentista de Alepo en Siria. En muchas historias se representa a genios, espíritus fantásticos, magos y lugares legendarios que son mezclados con personas y lugares reales; el histórico califa Harún al-Rashid es un protagonista usual. A veces algún personaje en los cuentos de Sherezade comienza a contarle a otros personajes una historia propia, y esa historia puede incluir otra historia dentro de ella, lo que resulta en una textura narrativa jerárquica.

wikipedia
Texto inglés en Proyecto Gutenberg.

LAS MIL Y UNA NOCHES. Título original: Il fiore delle mille e una notte. Año 1974. País: Italia. Dirección: Pier Paolo Pasolini. Reparto: Ninetto Davoli, Franco Merli, Ines Pellegrini, Franco Citti, Tessa Bouche, Margaret Clementi, Francelise Noel, Ali Abdulla, Christian Aligny, Francesco Paolo Governale, Abadit Ghidei, Giana Idris, Alberto Argentino, Salvatore Sapienza, Fessazion Gherentiel. Guión: Pier Paolo Pasolini. Música: Ennio Morricone. Fotografía: Giuseppe Ruzzolini.Coproducción Italia-Francia; PEA / Les Productions Artistes Associés. Duración 129 minutos.
Palmarés: 1974: Festival de Cannes: Gran Premio del Jurado 
Esta es la penúltima película de Pasolini, un director italiano muy controvertido por su estilo visual al que algunos estudiosos califican de “poético” pero otros le consideran un cineasta obsoleto fruto de una época en la que estaba de moda buscar la transgresión. Así en esta famosa trilogía de la vidaEl DecamerónLos cuentos de Canterbury y ésta, Las mil y una noches, Pasolini quiere dejar libe los sentidos realizando tres filmes de corte erótico que en su día fueron famosos pero que en la actualidad se ven muy desfasados.  
Las mil y una noches es una célebre recopilación de cuentos árabes del Oriente Medio medieval que utiliza la técnica del relato enmarcado. El núcleo de estas historias está formado por un antiguo libro persa llamado Hazâr afsâna (‘los mil mitos’). El compilador y traductor de estas historias al árabe es, supuestamente, el cuentista Abu abd-Allah Muhammed el-Gahshigar, que vivió en el siglo IX. La historia principal sobre Scheherezade, que sirve de marco a los demás relatos, parece haber sido agregada en el siglo XIV. La primera compilación arábiga moderna, elaborada con materiales egipcios, se publicó en El Cairo en 1835. 
A pesar de que son considerados cuentos para niños (Alí Babá, Aladino, Simbad) en realidad muchos relatos son más bien adultos y algunos son de corte erótico como pretende demostrar Pasolini en esta película. En los noventa Juan Piquer Simón intentó llevar al cine estos relatos tal como son, pero no encontró financiación. 
La película que nos ocupa en su día tuvo éxito pero no gustó demasiado. Es habitual que el cineasta italiano utilice actores aficionados o no profesionales para sus películas, así durante dos horas vemos un desfile de rostros inexpresivos de unos actores y actrices que no paran de reírse durante la proyección.  
Carente de ritmo, esta cinta no consigue apasionar. Pasolini se contenta con ver cuerpos desnudos, sobretodo de chico ya que como es sabido era homosexual y  fija su atención preferentemente en la zona genital. Visto con ojos de 2012 recordamos que esta parte de la anatomía masculina continúa siendo tabú en nuestras pantallas, en parte por el pudor algo machista de los actores que se avergüenzan del tamaño si no es el deseado, pero es la industria que no desea perder el público familiar quien más presiona para que en pantalla no se vea más carne que la permitida por un estricto código invisible. Esta oleada de neopuritanismo ha barrido todo atisbo de erotismo por considerarlo poco adecuado para el público que, como es sabido, somos todos. 
En Las mil y una noches, estábamos en una etapa más rebelde de la historia, importaba mucho la transgresión y el derribe de tabús ético-morales. De ahí la exhibición de cuerpos masculinos y femeninos. Pero el paso del tiempo ha jugado una mala pasada a la trilogía porque sin estos planos exhibicionistas la película sería plana, un desierto carente de valor.
Pasolini quiere mostrar las alegrías de vivir de ciertas gentes, en este caso los pueblos musulmanes presentados como si fueran libertinos cuando la prensa desdice cotidianamente esta afirmación. El mundo musulmán es muy estricto en este terreno llegando a unos extremos intolerables.  
Lo mejor de la película es la planificación de Pasolini, sus bellas imágenes y la dirección artística mostrando bellos palacios en el desierto. No es un título desagrable, se ve con simpatía, pero los errores cinematográficos son grandes y reiterados.
Salvador Sáinz
Película completa (+18)

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