Caracteres ulfilanos en la primera página del Codex Argenteus |
No existen lenguas descendientes del gótico (aunque el inglés tiene cierto parecido por la inmigración de pueblos germanos desde Sajonia hacia Inglaterra). Es la lengua germánica atestiguada más antigua. La primera muestra que se guarda de ella es una traducción de la Biblia que data del siglo IV, y es la única lengua germana oriental con un corpus significativo. De todas las otras, burgundio y vándalo inclusive, se tiene indicios de su existencia únicamente por nombres propios que han subsistido en relatos históricos.
El gótico fue decayendo a mediados del siglo VI, debido en parte a la derrota militar que sufrieron los godos a manos de los francos, la eliminación de los godos en la península de Italia, la conversión masiva al catolicismo romano de habla latina y el aislamiento geográfico. La lengua sobrevivió en España no más allá del siglo VIII y el autor franco Walafrid Strabo escribió que todavía se hablaba en la zona baja del Danubio y en regiones montañosas aisladas en Crimea a principios del siglo IX. En manuscritos posteriores al siglo IX han aparecido expresiones parecidas al gótico que pueden no pertenecer ya a esta lengua por las diferencias tremendas en cuestión a morfología y fonética.
El alfabeto gótico proviene del alfabeto ulfilano creado por el obispo Ulfilas. Además contiene tres caracteres de uncial latino y cinco runas germánicas. Cada letra posee un valor numérico y dos de ellas no poseen ninguna otra función. La transliteración en las obras científicas y didácticas se realiza aumentando en dos símbolos el alfabeto latino por medio de la ligadura, ƕ (h+v) y la letra thorn, þ, tomada del inglés antiguo. La notación de Wulfila era ambigua: Un mismo diagrama ai podía anotarse, por ejemplo, como [ai], [ɛ] o [ɛ̄]. La transcripción recurre a diacríticos para aligerar las dificultades de lectura.