agosto 12, 2013

La epopeya de Gilgamesh

todas las ilustraciones son del cómic de Alain Brion
La leyenda sobre este rey cuenta que los ciudadanos de Uruk, viéndose oprimidos, pidieron ayuda a los dioses, quienes enviaron a un personaje llamado Enkidu para que luchara contra Gilgamesh y le venciera. Pero la lucha se hace muy igualada, sin que se destaque un vencedor y, a continuación, los dos luchadores se hacen amigos. Juntos deciden hacer un largo viaje en busca de aventuras, en el que aparecen toda clase de animales fantásticos y peligrosos.

En su ausencia, la diosa Inanna (conocida por los babilonios como Ishtar y más tarde como Astarté) había cuidado y protegido la ciudad. Inanna declara su amor al héroe Gilgamesh pero éste lo rechaza, provocando la ira de la diosa que en venganza envía el Toro de las tempestades para destruir a los dos personajes y a la ciudad entera.


Gilgamesh y Enkidu matan al toro, pero los dioses se enfurecen por este hecho y castigan a Enkidu con la muerte. Gilgamesh muy apenado por la muerte de su amigo recurre a un sabio llamado Utnapishtim (Ziusudra en sumerio que puede significar «el de los Días Remotos») el único humano, junto con su esposa, que por la gracia de los dioses es inmortal. Gilgamesh recurre a él para que le otorgue la vida eterna, pero Utnapishtim le dice que el otorgamiento de la inmortalidad a un humano es un evento único y que no volverá a repetirse como ocurrió con el Diluvio Universal.

Finalmente la esposa de Utnapishtim le pide a su esposo que como consuelo a su viaje le diga a Gilgamesh donde localizar la planta que devuelve la juventud (mas no la vida o juventud eterna), éste le dice que la planta está en lo más profundo del mar. Gilgamesh se decide a ir en su busca y efectivamente la encuentra, pero de regreso a Uruk decide tomar un baño, y al dejar la planta a un lado, una serpiente se la roba (basándose en que las serpientes cambian de piel, por ello vuelven a la juventud). El héroe llega a la ciudad de Uruk donde finalmente muere.


Este mito, como todos los que pertenecen a las tradiciones de las sociedades humanas en general, tiene implícita una enseñanza que muestra la importancia de la mitología en la vida diaria de las personas, y en la configuración de la sociedad misma. Así, la figura del héroe representa la figura de un personaje que ha emprendido un camino, y a través de su recorrido, va a aprender que el verdadero sentido de la vida no es alcanzar la inmortalidad, don exclusivo de los dioses, sino entender que no estamos solos en el mundo, que para crecer y superarnos a nosotros mismos debemos caminar junto a otros en los que nos podemos ver complementados, reflejados y contrariados.

Referencias cuneiformes

En la Epopeya de Gilgamesh se dice que Gilgamesh ordena la construcción de las legendarias murallas de Uruk. En tiempos históricos, Sargón de Asiria se jacta de haber destruido esas murallas para demostrar su poderío militar. Muchos estudiosos consideran que la Épica de Gilgamesh está relacionada con la historia bíblica del diluvio universal mencionado en el Génesis.

Fragmentos de un texto épico encontrados en Me-Turan (hoy Tell Haddad) cuentan que Gilgamesh al final de sus días fue enterrado bajo las aguas de un río. La gente de Uruk desvió el curso del río Éufrates que atravesaba Uruk con el propósito de enterrar al rey muerto en el lecho del río. En abril de 2003, una expedición alemana descubrió lo que se piensa fue la ciudad de Uruk - incluyendo, el lecho por donde fluía en aquella época el Éufrates, la última morada de su rey Gilgamesh.


A pesar de la falta de evidencia directa, la mayoría de los estudiosos no objetan considerar a Gilgamesh como una figura histórica, particularmente luego de que se encontraran inscripciones que confirman la existencia histórica de otras figuras asociadas a él: los reyes Enmebaragesi y Aga de Kish. Si Gilgamesh fue realmente un rey, probablemente reinó aproximadamente en el siglo XVI a. C. Algunos de los textos sumerios más antiguos citan su nombre como «Bilgamesh». Dificultades iniciales en la lectura de la escritura cuneiforme hicieron que en 1891 Gilgamesh volviera al mundo como «Izdubar».

En la mayoría de los textos, Gilgamesh se deletrea en la declinación determinativa para seres divinos (DINGIR) - pero no existe evidencia de un culto contemporáneo, y los mitos sumerios de Gilgamesh sugieren que la divinificación ocurrió con posterioridad (distinto al caso de los reyes-dioses acadios). Real o no, Gilgamesh se convirtió en el legendario protagonista de la Épica de Gilgamesh.
wikipedia
Podcast
Intervención de Bernardo Souvirón en el programa “Hoy Quedamos Contigo” de la emisora Onda el Espinar, d irigido por Begoña Rincón.

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