Las tumbas de unos aristócratas chinos de hace 2.000 años, descubiertas en 1972, ocultaban el atlas más antiguo sobre cometas:
Extracto de un artículo de Montserrat Villar Martín publicado en El País (30-10-2009).
China, finales del siglo III o principios del II antes de Cristo: el aristócrata Li Cang, primer ministro del Estado de Changsha, hace planes con su esposa Xinzhui para el viaje que emprenderán después de la muerte, anhelando la inmortalidad. Las tumbas que ordena construir serán su residencia para la eternidad. Más de 2.000 años después, la excavación de las mismas en una colina llamada Mawangdui, entre 1972 y 1974, daría lugar a uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX. Se encontraron tres tumbas donde estaban enterrados Li Cang (fallecido en el año 186 a. C.), su esposa y otro varón, posiblemente su hijo. Se hallaron en ellas más de 3.000 objetos (recipientes de cerámica, figuras humanas de madera, ropas de seda, cajitas para cosméticos...) que han aportado información de gran valor sobre la historia, cultura y vida social de la etapa inicial de la dinastía Han (202 a.C. - 220) de la antigua China.
Los tejidos de seda delicadamente decorados hallados en las tumbas de Mawangdui demuestran la alta sofisticación alcanzada en las técnicas de elaboración y decoración de la seda en la época inicial de la dinastía Han. Entre los objetos elaborados con seda se halla una exquisita colección de manuscritos dedicados a filosofía, historia, medicina...
Uno de los manuscritos, con un tamaño de 31 por 59 centímetros, se cree que pudo completarse en el año 223 a.C, pocos antes del comienzo de la dinastía Han. Contiene unos 250 dibujos realizados con tinta roja y negra que representan nubes, arco iris, estrellas, cometas... Son de especial valor los dibujos de 29 cometas (ver la foto) que constituyen el atlas sobre cometas más antiguo que ha llegado hasta nosotros.
Los cometas inspiraban terror, pues se consideraban portadores o mensajeros de grandes desgracias. En los manuscritos de seda de Mawandgui, cada esbozo de un cometa aparece acompañado por un texto breve que previene sobre el mal que causará (hambruna, derrota en una batalla, epidemias...). A pesar de su sencillez, estos dibujos muestran la gran variedad de formas que pueden presentar los cometas, así como sus partes fundamentales (núcleo, coma y colas). El pavor que inspiraron resultó ser el principal motor para ahondar en su conocimiento.