El reino de Aksum (o Axum) fue el hogar de un sinnúmero de leyendas. Ya sea como el hogar del enigmático Preste Juan (el legendario cristiano de Oriente), como el reino perdido de la Reina de Saba (figura emblemática presente en los textos sagrados de la Biblia, el Corán y la Torá) o como el lugar de descanso final del Arca de la Alianza (baúl bíblico donde se habrían guardado las tablas de los Diez Mandamientos y otros objetos sagrados), Aksum estuvo durante mucho tiempo a la vanguardia del imaginario colectivo de Occidente. Después de todo, el reino etíope había existido realmente, y no siendo un mito o algo inventado, era una potencia comercial internacional.
Gracias al acceso tanto por río Nilo como por las rutas comerciales del Mar Rojo, Aksum floreció, y al comienzo de la Era Común (iniciada en el año 1 d.C.), la mayoría de los pueblos etíopes estaban bajo el dominio Aksum. El poder y la prosperidad de Aksum le permitieron expandirse hasta Arabia. En el siglo III de nuestra era un filósofo persa escribió que Aksum fue uno de los cuatro grandes reinos del mundo, junto con Roma, China y Persia.
Aksum adoptó el cristianismo no mucho tiempo después que Imperio Romano y siguió prosperando durante la Edad Media. Si no fuera por el auge y la expansión del Islam, Aksum podría haber continuado hasta dominar África Oriental. Después de la conquista árabe de la costa del Mar Rojo, Aksum perdió ventaja comercial sobre sus vecinos.
Pero la culpa de eso es enteramente del mismo reino de Aksum. Apenas unas décadas antes, un rey Aksumita había dado asilo a los primeros seguidores de Mahoma, garantizando así, la expansión de la religión que dominaría la región y, en consecuencia, dando lugar al declive del imperio Aksum.
9. Kush en el noreste de África
Conocido en el antiguo Egipto por su abundancia de oro y otros recursos naturales valiosos, la civilización Cus (o Kush) fue conquistada y explotada por su vecino del norte durante casi medio milenio (aproximadamente de 1,500-1,000 a.C.).
Pero los orígenes de Cush se extienden más profundamente en el pasado: los artefactos de cerámica descubiertos en la región de su capital, Kerma, datan de alrededor de 8,000 a.C. Se sabe que alrededor del 2,400 a.C. Cush ya contaba con una sociedad urbanaaltamente estratificada y compleja desarrollada sobre la base de su agricultura a gran escala.
En el siglo IX antes de Cristo, la inestabilidad en Egipto permitió a los kushitas recuperar su independencia. Más que eso, en uno de los mayores reveses de la historia antigua, el hechizo se volvió contra el hechicero y terminaron conquistando Egipto en el año 750 antes de Cristo.
En el siglo siguiente, una serie de faraones cushitas comandaron un territorio que superaba en gran medida a sus predecesores egipcios. Fueron gobernantes de Cusquienes reactivaron la construcción de pirámides y monumentos garantizando que estos se extenderían por toda la región. Historiadores más recientes llegan a mencionar que incluso hubo un movimiento de “Renacimiento” al referirse a este período Cush.
Finalmente fueron expulsados de Egipto por una invasión asiria, que puso fin a siglos de intercambio cultural entre los egipcios y los kushitas. Estos huyeron hacia el sur y se reasentaron en la región de Meroe, en el margen sureste del río Nilo. En Meroe, los kushitas rompieron de una vez con la influencia egipcia y desarrollaron su propio estilo de escritura, que ahora se llama Meroítico. Lo que aconteció a partir de ahí sigue siendo un misterio. Lo poco que sabemos después de la ruptura de los Kush con Egipto es que el último rey Cus murió en 300 a.C, luego de la caída de la civilización, las razones exactas de su propósito siguen siendo un misterio para los historiadores.
8. Reino de Yam, en la actual Chad
El reino de Yam ciertamente existió como socio comercial y posible rival del Imperio del Antiguo Egipto, pero su ubicación exacta hasta nuestros días es un tema de gran discusión y las pistas de dónde la civilización podría haberse desarrollado son casi tan difíciles de encontrar como las del mítico Atlantis. Basándose en las inscripciones funerarias de los egipcios, según el explorador Harkhuf, parece que Yam era una tierra de “incienso, ébano, pieles de leopardo, colmillos de elefante y boomerangs.” Nada muy concreto.
A pesar de los relatos de Harkhuf de viajes por tierra con duración superior a siete meses, los egiptólogos han considerado que la tierra de lo boomerangs no se localizaba fuera de un radio de apenas unos cientos de kilómetros del río Nilo. Imaginan que no había manera de que los antiguos egipcios pudieran haber cruzado la extensión del inhóspito desierto del Sahara, y por tanto una distancia relativamente pequeña era vista como un viaje casi sobrehumano.
También hay algunas dudas entre los especialistas acerca de lo que los egipcios de la época habrían encontrado si realmente lograron cruzar el Sahara y llegaran a lo que hoy conocemos como el África subsahariana.
Sin embargo, parece que hemos subestimado la capacidad de los antiguos comerciantes egipcios: jeroglíficos recientemente descubiertos a más de 700 kilómetros al suroeste del Nilo confirman la existencia de comercio entre Egipto y Yam, mismos que apuntan a la ubicación de Yam hacia un punto en las tierras altas del norte de la actual Chad.
Así, sigue siendo desconcertante la forma en que los egipcios cruzaron cientos de kilómetros de desierto antes de la creación de la rueda y con sólo burros como animales de carga. Pero al menos su destino ya no está envuelto en la duda: fueron a encontrar comerciantes de Yam.
7. Imperio Xiongnu
El imperio xiongnu fue una confederación de pueblos nómadas que dominaron el norte de China desde el siglo III a.C. hasta el siglo I antes de Cristo. Imagina al ejército mongol de Genghis Khan, pero un milenio antes, y con carros (¿recuerdas esos antiguos carros que hicieron famosas las guerras con los romanos? Los asiáticos ya los utilizaban desde hacía mucho tiempo antes que Ben Hur). Varias teorías fueron creadas para explicar el origen de los xiongnu, aunque algunos estudiosos sostienen que el pueblo puede haber estado conformado por los antepasados de los hunos.
Por desgracia, el imperio xiongnu dejó pocos registros de su propia historia. Lo que sí sabemos es que los ataques de los xiongnu en China fueron tan devastadores que el emperador Qin ordenó iniciar los primeros trabajos de construcción de la Gran Muralla. Casi medio siglo después, las constantes invasiones de persistentes guerreros xiongnu exigirían que China, ahora bajo el imperio de la dinastía Han, reforzara y ampliara aún más la Gran Muralla. En 166 a.C., más de 100 mil jinetes xiongnu lograrían avanzar a unos 160 kilómetros tierra adentro desde la capital china antes de que finalmente fueran expulsados.
Fue necesaria una combinación de discordia interna, disputas por la sucesión y conflictos con otros grupos nómadas para debilitar el imperio xiongnu lo suficiente como para que los chinos finalmente fueran capaces de ejercer algún tipo de control sobre sus vecinos del norte. Aun así, el xiongnu fue el primero y más duradero imperio nómada de las estepas de Asia.
6. Reino Greco – Bactriano, Asia Central
A menudo, al relatar la vida y conquistas de Alejandro Magno, nos olvidamos de los hombres que lo siguieron a la batalla. La historia de Alejandro está bien documentada, pero la misma no puede dar cuenta de los hombres que sacrificaron sus vidas por los logros del joven general.
Cuando Alejandro murió inesperadamente, los macedonios simplemente decidieron no regresar a casa. En cambio, sus generales lucharon entre sí por la supremacía ante el desmembramiento del imperio. A Seleuco I Nicátor le fue bien en el trabajo y se lo llevó casi todo, desde Mar Mediterráneo en el oeste, a la tierra que ahora conforma a Pakistán, al este. Así, incluso su imperio seléucida es mejor conocido en comparación con el Greco- Bactriano.
En el siglo III a.C., la provincia Bactria (región en la que hoy se encuentran Afganistán y Tayikistán) se hizo tan poderosa que declaró su independencia. Algunas fuentes de la época describen el lugar como una tierra rica de “mil ciudades”, y la gran cantidad de monedas sobrevivientes atestiguan una sucesión ininterrumpida de reyes griegos a lo largo de dos siglos.
La ubicación hizo que el reino Greco – Bactriano se convirtiera en un centro de fusión de varias culturas diferentes: persa, indio, escita y una serie de grupos nómadas que contribuyeron al desarrollo de un reino completamente único. Sin embargo, no todo fue color de rosa. La posición y la riqueza del reino también llamaron mucho la atención no deseada, y en el siglo segundo antes de Cristo, la presión de los pueblos nómadas de la región (siempre ellos) forzó a los griegos a diseminarse hacia el sur, hacia la India.
En la ciudad de Alejandría de Oxiana – o Ai Khanoum, como se le conoce hoy en día – se descubrieron evidencias fascinantes de esta combinación radical entre la cultura griega y la oriental. Por desgracia, los combates de la guerra entre la Unión Soviética y Afganistán finalmente destruyeron el sitio histórico en 1978. Durante las excavaciones posteriores, se encontró una sorprendente cantidad de elementos de diferentes culturas. Monedas de la India, estatuas iraníes y altares budistas se encontraban entre las ruinas de esta ciudad decididamente griega, que aún tenían columnas corintias, un gimnasio, un anfiteatro y un templo que combinaba elementos griegos y zoroastrianos .
5. Yuezhi, diversos lugares de Asia
El pueblo Yuezhi es conocido por haber luchado aparentemente contra todo el mundo. Basta imaginarlos como un Forrest Gump de la historia antigua, ya que, durante varios siglos, estuvieron presentes, en una forma u otra, en una improbable serie de eventos significativos en toda Eurasia.
Los Yuezhi se originaron a partir de una confederación de varias tribus nómadas de las estepas del norte de China. Los comerciantes Yuezhi dedicaban largas horas para negociar la piedra ornamental jade, la seda y los caballos. El floreciente comercio de la región los puso en conflicto directo con la gente xiongnu, quienes finalmente expulsaron a los Yuezhi del comercio chino.
Después de la sentida derrota, el pueblo Yuezhi se dirigió hacia el oeste, donde se encontraron y derrotaron a los griegos bactrianos, obligándolos a reorganizarse en la India como un nuevo hogar. La migración de los Yuezhi a Bactria también terminó provocando el desplazamiento de otro pueblo, llamado Saka, que respondió tomando para sí partes del territorio del imperio Parta. Algunas tribus escitas y Sakas finalmente se establecieron por todo Afganistán.
Durante el primer y segundo siglo d.C., el pueblo Yuezhi estuvo en guerra contra estos mismos escitas, además de conflictos ocasionales en Pakistán y la China de Han. En este período, las tribus Yuezhi se consolidaron y establecieron una economía agrícola, dejando de lado la característica de ser nómadas. Este nuevo imperio sobrevivió durante tres siglos, hasta que las fuerzas de Persia, Pakistán y la India fueron al ataque resolviendo recuperar sus antiguos territorios. Entonces el pueblo Yuezhi dejó de luchar – porque evidentemente perdieron.
4. El reino Mitanni, Medio Oriente
El estado de Mitanni existió desde aproximadamente el 1,500 a.C. hasta el año 1,200 a.C. y consistía en lo que hoy es Siria y el norte de Irak. Probablemente has oído hablar de por lo menos una mitaniana famosa: hay evidencia que sugiere que la famosa reina Nefertiti de Egipto, en realidad nació princesa en el estado mesopotámico. Nefertiti probablemente se casó con el faraón egipcio de la época como parte de un esfuerzo por mejorar las relaciones entre los dos reinos.
Se cree que los mitanianos eran Indo-arios en su origen y su cultura demuestra hasta qué punto la influencia de los antiguos indios penetró la civilización primitiva de Oriente Medio. Los mitanianos incorporaron creencias hindúes como el karma y la reencarnación, además de replicar algunas de sus costumbres, como la cremación de los muertos. Estos elementos culturales hacen que la conexión entre el reino Mitani y Egipto sea mucho más intrigante.
Nefertiti y su esposo, Amenhotep IV, estuvieron en el centro de una revolución religiosa de corta duración en Egipto, aunque los historiadores sólo pueden adivinar cuánto de esto está relacionado con su origen extranjero. De cualquier forma, Nefertiti es famosa por ser muy influyente durante el reinado de su esposo – para tener una idea, a menudo era representada en los dibujos de la época en las situaciones que se solían reservar para el faraón, por ejemplo, ganando una batalla contra enemigos.
Aunque gran parte de lo que sabemos hoy sobre los mitanianos es información especulativa, los estudiosos tienen la esperanza de que las próximas excavaciones descubran la capital de Mitannian, Washukanni, y revelen más sobre el reino.
3. Tuwana, en la actual Turquía
Puedes intentarlo, pero difícilmente encontraras un reino antiguo tan perdido u olvidado como Tuwana. Cuando cayó el imperio hitita (el más poderoso de la Edad del Bronce en la región de Anatolia, hoy Turquía) Tuwana consistía en un puñado de ciudades-estado que ayudarían a llenar el vacío de poder en los territorios que hoy son turcos.
Durante los siglos VIII y IX a.C., Tuwana ganó prominencia con una sucesión de reyes, entre los cuales sólo unos pocos son conocidos por inscripciones históricas. Tuwana se destacó por aprovechar su posición entre los imperios Frigio y Asirio, para facilitar el comercio a través de Anatolia. Como resultado, el pueblo tuiano acumuló una riqueza significativa.
Además de su fuerte economía basada en el comercio, parece que Tuwana poseía grandes riquezas culturales. El Reino utilizaba un lenguaje jeroglífico llamado luvita, pero luego adoptó la escritura alfabética fenicia. Este hecho puede haber sido particularmente importante para la historia de la región, ya que la posición de Tuwana de enlace entre Oriente y Occidente ayudó al reino olvidado a entrar en contacto con elementos de la cultura griega antigua. Como resultado, es posible que toda la interacción lingüística de Tuwana haya dado origen al alfabeto griego. No está mal para un reino del que nunca has oído hablar.
Sin embargo, lo que parecía ser una bendición para el reino finalmente contribuyó a su caída. La céntrica ubicación de Tuwana y otros elementos históricos, como la falta de unidad entre las ciudades-estado de Anatolia, dejaron el reino preparado para ser tomado por los invasores alrededor de 700 a.C. A medida que el imperio asirio se expandió hacia el oeste, fue conquistando cada ciudad estado post-hitita a largo de su camino, hasta controlar gran parte de Oriente Medio.
Si todo esto suena un tanto especulativo, es porque, en 2012, toda la información que los historiadores tenían sobre los tuianos se basaba en unas inscripciones y algunas referencias a este pueblo formuladas en los documentos asirios. El reciente descubrimiento de una gran ciudad, que habría sido la base de poder de Tuwana, está cambiando todo eso.
Tras el descubrimiento de la ciudad, llena de evidencias tan plurales y bien conservadas sobre el pueblo desconocido, los arqueólogos comenzaron a recopilar la historia de este rico y poderoso reino, que controló el comercio mediante los puertos de Cilicia durante varios siglos. Teniendo en cuenta que este lugar tenía un parecido a la importancia comercial de la Ruta de la Seda (a pesar de que tenía un tamaño mucho más pequeño), el potencial arqueológico de Tuwana es gigantesco.
2. Imperio Mauria, actual India
Chandragupta Maurya era prácticamente un Alejandro Magno indio. Por eso, no es de extrañar que, después de haber sido contemporáneos, ambos hombres, de hecho, se hayan encontrado cara a cara. Chandragupta pidió ayuda al macedonio en su intento de hacerse con el control del subcontinente, pero las tropas de Alejandro estaban demasiado ocupadas cuidando de un motín.
Sin desanimarse, Chandragupta unió a la mayor parte de la India bajo su dominio y ganó todas las batallas libradas en los cuatro rincones del subcontinente. Hizo todo esto con apenas 20 años. Tras la muerte de Alejandro, fue el imperio Mauria el que impidió que los sucesores del conquistador se expandieran más hasta llegar a la India. Personalmente Chandragupta derrotó a varios generales macedonios en la batalla. Después de estos episodios, los macedonios decidieron hacer un trato con los indios en lugar de correr el riesgo de una nueva guerra.
A diferencia de Alejandro, Chandragupta dejo atrás una burocracia cuidadosamente planificada y un gobierno sólido para asegurar la longevidad de su legado. Y podría haber sobrevivido más tiempo si no fuera por un golpe de Estado en 185 a.C, que dejó a la India dividida, débil y muy propensa a la invasión de los griegos, que en el momento gobernaban los territorios inmediatamente al norte de la India.
1. Indo-griegos, en Asia
Hay una razón por la que no se puede hablar sobre el mundo antiguo sin mencionar a los griegos, ¡estaban por todas partes! Como se mencionó anteriormente, las presiones externas condenaron a los greco-bactrianos, pero el reino Indo-Griego fue capaz de mantener y difundir la cultura helenística durante más de dos siglos en el noroeste de la India.
El más famoso de los reyes indo-griegos, Menandro, supuestamente se convirtió al budismo después de un largo debate con el filósofo Nagasena, quien grabó la conversación en su libro “Las Preguntas del Rey Milinda“. La influencia griega, a su vez, se puede ver claramente en la fusión de estilos artísticos. Aunque es difícil encontrar un ejemplo de una imagen de la época que haya sobrevivido hasta nuestros días, algunos hallazgos muestran monjes budistas y devotos tallados en lo que sin duda puede considerarse estilo griego – sobre todo porque las figuras vestían túnicas griegas.
Con base en algunas monedas indo-griegas hechas por medio de un proceso metalúrgico exclusivo de la región de China, se cree que hubo un intenso intercambio entre estos dos estados. Los informes del explorador chino Zhang Qian atestiguan de este comercio a finales del siglo II antes de Cristo. La caída del reino Indo-Griego parece haber sido debido a la combinación de la invasión Yuezhi en el norte y a la expansión en el sur de la India.